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Como muchos, conocí a Extremoduro a raíz de “La Ley Innata” (2008). Tal fue la impresión que me causó ese álbum que hice lo imposible por conseguirlo en CD, llegando a comprar un box set con la discografía entera de la banda para tenerlo.
Me alegra que así fuera. De otro modo quizá nunca hubiera escuchado sus primeros álbumes. Ciertamente, me hubiera perdido éste: “¿Dónde Están Mis Amigos?” (1993).
Sabido es que la adversidad es el mejor aliado de un artista. Pero la dilapidación emocional y la absoluta degradación moral de este disco es algo inusitado. La maldad de la que hace gala, la violencia contenida y el total desquicie de los personajes son un trasunto de la época más oscura de Robe Iniesta – abandonado por la banda, por su pareja, y enfrentando el momento más encarnizado de su adicción a la heroína. Y en las canciones de “¿Dónde Están Mis Amigos?” la terrible carga de esos elementos se revierte, dando lugar a un disco que enseña de modo inmejorable cómo en materia artística el mal puede redundar en tanto bien.
La habilidad para pasar de lo individual a lo social (“Islero, Shirlero, Ladrón”, “Malos Pensamientos”) ahora sabe acompasarse a los cambios de tiempos y amalgamación de segmentos dispares que la banda ya practicaba desde “Somos Unos Animales” (1991), consolidando definitivamente el esquema de sus canciones más identificables en el futuro.
Un dato de relevancia: éste es el primer disco de Extremoduro en el cual Iñaki “Uoho” Antón participa de modo oficial. Si Robe es el alma de Extremoduro, Antón pasa a ser su músculo creativo, brindándole a la banda el andamiaje formal y estructural que hizo posible la masividad que esperaba a la vuelta de la esquina.
El disco también cuenta con invitados como Fernando Madina (de Reincidentes) en el himno “Pepe Botika”, y su compañero de banda Selu quien aporta un impecable saxofón a muchas de las composiciones más memorables del álbum, como “Islero, Shirlero y Ladrón” y “Bribriblibli”.
Una canción que le resulta particularmente familiar al público uruguayo de este disco es “Me Siento Bien”, debido al cover realizado por el cantante de la Vela Puerca como parte de su proyecto “Yo y el Enano Mandril”.
A inicios de los años 2000, Extremoduro grabó versiones nuevas de muchos de los temas de sus primeras épocas para incluirlos en una serie de compilados. A mi sentir, “¿Dónde Están Mis Amigos?” fue el disco menos dignificado por esas nuevas grabaciones. Todas las canciones más populares del álbum fueron imaginadas nuevamente: “El Duende del Parque”, “No Me Calientes que Me Hundo”, “Pepe Botika”…
Si compran la edición actual del CD, van a poder escucharlas en su totalidad – fueron añadidas como bonus tracks. Por cierto, me resulta llamativo que “¿Dónde Están Mis Amigos?” fue el destinatario del mayor número de grabaciones nuevas en este proceso revisionista.
Es difícil saber el porqué. No creo que Robe sintiera que realmente había algo malo con el álbum original. Quizá –quizá– el hecho de grabar esas canciones en un contexto más “limpio” le permitió exorcizar algunas cosas de su vida. Es algo que me planteo constantemente al escuchar el disco…
En fin. Comparen la versión original de Bribriblibli con la grabada en los años 2000 para entender a qué me refiero.
“La Ley Innata” es quizá el álbum más refinado de Extremoduro. “Ágila” (disco que me desagrada sobremanera) es el más popular. Pero la esencia de la banda no la van a encontrar más que en los primeros álbumes, en “Deltoya” (1992) y (muy especialmente) “¿Dónde Están Mis Amigos?”. Estos representan la piedra angular de su carrera. Por eso, no puedo sino recomendar escuchar ésta etapa de Extremoduro a todos aquellos que tengan sus discos más recientes (como “Material Defectuoso” y “Para Todos Los Públicos”), y sientan curiosidad por profundizar en su obra.