El uruguayo Gonzalo Neira presenta “Cachafaz”, su primer disco solista

Conocí a Gonzalo Neira como guitarrista primero de Varsovia y luego de Lapso, dos bandas directamente asociadas a uno de los momentos más prolíficos del rock uruguayo, cuando a inicios del nuevo milenio la música nacional vivió una de sus principales renovaciones. Su proyecto solista me tomó por sorpresa – “Cachafaz” es un disco de corte instrumental, con el jazz como principal (mas no único) eje. Y tan placentero como escucharlo fue el intercambio que mantuve con Gonzalo por correo electrónico, y sus respuestas y reflexiones sobre cómo y por qué la música resuena y conecta con las personas.

Por lo general, los discos solistas de integrantes de bandas de rock son o muy cercanos al sonido que perfeccionaron con sus respectivas bandas, o algo radicalmente distinto. “Cachafaz” es evidentemente lo segundo; no solo está más cercano al jazz, sino que también marca tu debut como clarinetista. ¿Cómo es el camino que te condujo de Varsovia y Lapso a un álbum de estas características?

“Cachafaz” es el resultado de un problema que padezco y que he dado en llamar trastorno de múltiple personalidad musical.

Desde niño llevo una doble vida musical; por un lado soy un amante de las bandas de pop y rock de los 80s y 90s, pero por otro tengo un alter ego estudioso, tímido y reservado que recorrió un camino diferente.

Llamémoslos INDIVIDUO 1 e INDIVIDUO 2.

El INDIVIDUO 1 toca la guitarra eléctrica, que es su instrumento principal. Ese es el que vos conocés que tocó en Varsovia y recientemente el Lapso. Es extrovertido y le gusta la vibración que se siente al tocar arriba de un escenario.  

El INDIVIDUO 2 fue incentivado a estudiar otros instrumentos desde chico. A los 6 años tocaba flauta dulce, luego piano, solfeo y más recientemente clarinete. Tomó clases de armonía, contrapunto, lectoescritura, composición y orquestación. Es bastante tímido y disfruta de la música en soledad. El individuo2 es un nerd.

Dicho esto, no hay un “camino” o transición de los proyectos de pop-rock hacia este disco de jazz-fusión, sino más bien una presentación del individuo 2 en sociedad.  

Existe una creencia bastante generalizada entre muchos oyentes que a las canciones lo que las define es su melodía, y que la letra es algo secundario, que existe en función de la música. Ciertamente, el rock en sus orígenes tuvo una etapa gutural (“Tutti Frutti”, “Be-Bop-A-Lula”). Y son contadas las canciones cuya fama reside únicamente en la letra. “Blowin’ In The Wind”, “Sounds Of Silence”… esos son dos ejemplos obvios en inglés. Y en español, se me ocurre una canción como “Ojo Con Los Orozco” de León Gieco, pero eso es más por el artificio empleado que por la narrativa o la belleza poética misma del texto.

Ahora, es innegable que canciones como “My Heart Will Go On” nunca hubieran tenido la repercusión que tuvieron si la letra hubiera tratado sobre cualquier otra cosa.

Entonces, ¿en dónde te deja esto a vos y a tu propuesta de raíz instrumental?

Es bien interesante lo que planteás. El dilema de si es más importante la música o la letra creo que quedará sin resolver. Lo que sí puedo contarte es lo que a mí me pasó con la música vocal extensivo a las estructuras de la música pop en general.

Me aburrió un poco adivinar lo que iba a suceder en una canción. Te cuento con un ejemplo. A mí me gusta mucho The Smiths. He escuchado el tema “There is a Light That Never Goes Out” cientos de veces y lo considero una verdadera obra de arte de la lírica. Dicho esto, el hecho de saber de memoria su estructura, la letra, el color de la voz de Morrissey en esa grabación, los acordes que toca Johnny Marr y con qué grabó esa canción, hace que como hecho artístico esté un poco agotada (para mí) y lo único que me atraiga de escuchar esa canción hoy sea la nostalgia que me produce y la conexión de la canción con algún estado de ánimo que yo pueda tener hoy. Conozco la canción. Me encanta. No la puedo escuchar más. Se me gastó. Este fenómeno me ha pasado con otras: “One” de U2, “Like a Child Again” de The Mission, “Friday I’m In Love” de The Cure (todas obras inigualables).

Con la música instrumental y particularmente con el jazz eso no me pasa: no tenemos demasiadas instrucciones para escuchar, no hay tanta repetición estructural, no me están contando una historia, sino que están generando un lugar donde mis emociones pueden vivir. Me están invitando. A lo sumo el título de la canción en algunos casos da una pista de cuál fue la inspiración del compositor, pero esto rara vez sucede. De este modo, al escuchar una canción de música instrumental y particularmente de jazz, la canción y yo nos encontramos en un plano de comunión bastante más particular. Esto no es una explicación general sino que es lo que yo siento.

Aparte de esa característica sucede que en el jazz las reglas son mucho más flexibles. Hay otras licencias. Hay también más información armónica y melódica y eso hace que la experiencia, como músico que escucha sea más rica. Siento que la paleta del compositor de jazz tiene más colores que las del compositor de rock o pop. La riqueza armónica se acentúa por la rítmica: basta escuchar el clásico disco del Dave Brubeck Quartet “Time Out” para encontrar un ejemplo claro de rítmicas atípicas. El superclásico “Take Five” escrito por Desmond está en 5/4.

En definitiva me sedujo este nuevo lugar y me cansé un poco (solo un poco) de los lugares comunes del pop-rock.

Si vos y yo escuchamos a Pappo cantando “Nadie se atreva a tocar a mi vieja porque mi vieja es lo más grande que hay” seguramente ambos decodifiquemos mensajes similares.

Si vos y yo escuchamos la frase inicial de clarinete de “Rhapsody in Blue” de George Gershwin, yo decodificaré un mensaje y vos seguramente uno distinto. Eso hace para mí que la última composición sea más interesante que la primera, sin desmerecer.

Con respecto a la estructura, creo que la canción poprock agotó un poco las posibilidades de sorpresa. ¿Cuánto más podemos hacer con  Intro – verso – puente – estribillo? Las partes pueden estar buenas, pero las combinaciones estructurales están un poco agotadas, y el factor sorpresa es algo que yo valoro en la música. Celebro los intentos por salirse del esquema, como Morphine, Radiohead o los Black Eyed Peas.

Por último siento que la música de jazz está muy liberada de prejuicios en la actualidad y tiene un campo muy vasto para desarrollarse. Basta atender lo que está sucediendo con la constante evolución del latin jazz. El estilo está liberado de los clichés del rock y el pop. Se puede conversar con los músicos. Hay mucha humildad. No necesitan de la parafernalia del rock. Es otro idioma.

¿Qué influencias musicales recoge tu disco de manera consciente?

Pat Metheny y su “Pat Metheny Group” fundamentalmente, Lee RItenour, Tommy Emmanuel, Bill Frisell y varios guitarristas estadounidenses. Los clarinetistas Anat Cohen y Ken Peplowski son referentes míos de ese instrumento. Estoy a años luz de todos esos músicos, pero los escucho mucho y seguro que alguna cosa, sobretodo de los guitarristas, puede haberse filtrado hacia mi música. Ojalá. 

¿Y qué influencias percibiste al escucharlo una vez finalizado? ¿Fueron esos descubrimientos sorpresivos, alarmantes, o un verdadero motivo de alegría para vos?

Yo quería hacer un disco de jazz, pero vos que lo escuchaste sabés que no es un disco de jazz. Escuchando el trabajo terminado veo que el disco tiene bastante influencia de las cosas que me son más cercanas: la ciudad en la que vivo y su ritmo, mi familia,  mis vivencias.

Musicalmente hay una gran influencia de mi amigo y profesor Esteban Klísich y su música. El hombre es realmente un fuera de serie y me enseñó algo importantísimo: que está bueno que lo que soy, donde vivo y lo que vivo aparezca en mis canciones. Me enseñó el valor de la autenticidad. En este sentido incluí dos temas que son candombes y algún otro más regional incorporando ritmos latinos, en especial de Brasil y Cuba, incorporando un percusionista.

Hay gran influencia también de Agustín Ferreyra, productor y técnico de grabación y mezcla del disco. Tiene una capacidad de trabajo, buen gusto y adaptación al estilo realmente increíbles.   

¿Te has planteado incorporar voces en el futuro, o explorar otras vías musicales? Y te lo pregunto concretamente porque he visto que definís “Cachafaz” como “un experimento imposible de reproducir en vivo”.

No me he planteado incorporar voces. Me siento muy cómodo sin voces.  Estoy actualmente explorando y componiendo algunas obras para guitarra sola. Es un trabajo muy demandante ya que debo tocar armonía y melodía a la vez  (lo que se conoce en jazz como “chord melody”) pero de a poco voy aprendiendo y avanzando.

Lo de “imposible de tocar en vivo” es por tres razones:

La primera es porque muchas de las líneas de guitarra fueron escritas en partitura antes que tocadas y al escribir, uno puede escribir lo que quiera, pero cuando hay que ejecutar, hay límites. Lo cierto es que me quedaron algunos pasajes demasiado intrincados para lo que yo naturalmente puedo tocar. En el estudio se requirieron muchísimas tomas para que yo pudiera grabar esas partes.

La segunda es porque hay canciones en que yo toco más  de un instrumento (clarinete y guitarra o bajo y guitarra).

Y la tercera es porque no tengo la energía para reunir y coordinar a los catorce músicos que participaron en la grabación. En fin, sería precioso pero no me da para tanto. Sí tengo en mente reproducirlo en vivo un poco más acotado.

¿Qué composición del disco le recomendarías a alguien que nunca escuchó tu música? ¿Por qué?

Le recomendaría el tema que abre el disco y que se llama “Olivia”. Estoy muy orgulloso de esa composición. Es un tema que me resulta muy divertido escuchar, tiene cierto aire refrescante y pop, pero a la vez tiene una rítmica interesante (7/4) y un fraseo que captura la esencia de la persona en que el tema está inspirado.

¿Y (de existir una), cuál le recomendarías a alguien que te conoce por integrar las bandas de rock con las que has tocado?

Le mostraría “La esquina de los tontos”, que me parece el tema que más quiebra con lo de antes. Es un “choro” o “choriño” pero con una base de candombe compuesto para ser interpretado por cuatro instrumentos de viento: flauta, clarinete, oboe y fagot.  Me parece una buena carta de presentación del INDIVIDUO 2.

Hablemos de tus planes, lógicamente a largo plazo, por la situación actual que estamos atravesando. ¿Qué proyectás realizar tanto como solista como con Lapso?

Actualmente no formo parte de la banda Lapso. 

Como solista tengo varios proyectos. Estoy componiendo temas para guitarra solista instrumental con la idea de grabar un disco de esas características, estoy dando clases de guitarra, estoy estudiando producción con Agustín Ferreyra, tengo planes para armar una versión resumida de la banda que grabó “Cachafaz” y así poder tocarlo en vivo cuando se pueda, estoy escribiendo un libro de música para acompañar mi labor docente, estoy muy interesado en trabajar en producción musical para radio, TV y cine y tengo un proyecto de investigación de historia de la música popular infantil para niños en Uruguay que ojalá se concrete.

Como clarinetista planeo ingresar en la “Orquesta da Capo”, proyecto que se interrumpió por la pandemia.

Son muchos proyectos. Con que alguno suceda está bien.

¿Y alguna vez contemplaron la posibilidad de reunir Varsovia? Me parece que es una de las contadas bandas del periodo que nunca se volvió a juntar. Y hace unos días vi un video en Facebook en el cual Guzmán y vos muestran una canción en la que están trabajando juntos.

Hace unos meses hice un intento de reunirnos para tocar con Varsovia pero la mitad de los integrantes no tenía ganas, así que no sucederá. Con Guzmán, que es mi hermano, siempre hablamos de hacer una serie de canciones chicas entre nosotros dos. En eso estamos trabajando a la distancia. Sería bien interesante ver el resultado luego de los caminos que hemos recorrido solos.

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“El Rock como re-gestación del Espíritu” – Entrevista a Fermín Solana de Hablan Por La Espalda

El sábado 5 de octubre Hablan Por La Espalda presenta la primera edición física de su nuevo álbum. Esa noche en Inmigrantes, el público podrá conseguir “Afuera” en CD, y la publicación en vinilo ocurrirá también antes de fin de año. Repasamos las circunstancias de éste nuevo disco con el vocalista y miembro fundador del grupo Fermín Solana, y conversamos sobre el futuro de ésta banda uruguaya que cada vez habla mejor.

Creo que podemos tener una idea muy precisa de quién es alguien observando los extremos entre los que deviene su persona. Y todo aquello que es humano se ve potenciado cuando se trata del arte, y más cuando ese arte es verdadero – y el arte de Hablan Por La Espalda ciertamente lo es. Su obra ciertamente es genuina, y muy creíble.

Lo que me lleva a mi primera pregunta, ¿cuál dirías que es la dicotomía que hoy define a Hablan Por La Espalda? En lo personal, no puedo sino remitirme a un concepto que has manejado con cierta frecuencia en entrevistas recientes: “dejar todo para nacer otra vez”. Esta reflexión la has ofrecido en relación al proceso de quiebre y reestructura que atravesó el grupo, y que de hecho está experimentando ahora mismo, con el tránsito de algunos de sus integrantes. Entonces, ¿sería esa la paradoja existencial que define a ésta banda que actualmente representa tu principal vehículo creativo – el hecho de quebrarse para poder estar intacta?

Si, el despojarse tiene un poco que ver con la historia de la banda, con las personas que pasaron por la misma y con cómo la esencia permanece a través de las distintas formaciones. Un tránsito. Y permanencia a la vez. Con cómo parecemos morir, pero resurgimos. Eso a nivel de la institución HPLE. Pero lo de estos “nacimientos” a los que me refiero en la letra también tiene que ver con la experiencia de hacer música en esta banda, con un rejuvenecer cada vez que uno se deja irradiar por estos sonidos. Con pararse arriba de un escenario y nutrirse de esta energía particular que obtuvimos al encontrar nuestra voz. Nos va reciclando. Nos mantiene jóvenes. Y el “dejarlo todo” también se lo puede entender en términos más deportivos, de dejar la vida. Porque si hay algo que nos identifica desde siempre es ese costado muy atlético, una vehemencia romántica. Nuestros sonidos pretenden exaltar y exaltarnos. Eso nos cura de la podredumbre cotidiana. El rock como re-gestación del espíritu.         

Y siguiendo por el camino de los binomios (y entrando ya en su nuevo disco), percibo como una tensión entre lo que ahora es y lo que antes existía en el plano musical, marcada por la convivencia de sonoridades que hasta este momento quizá no eran tan inherentes a la banda. ¿Es posible entenderlo como el resultado de un deseo de comunicar ideas a un público cada vez más abarcador, y pasar de articular “males personales” (como los que alguna vez dijeron abordar en “Sangre”) a situaciones o circunstancias con un valor quizá un poco más generalizado?

No creo que en “Afuera” haya sonoridades que no eran tan inherentes a la banda, de hecho, me parece que seguimos sintetizando a nivel sonoro lo que esbozamos en distintas etapas de la carrera del grupo. En algún punto nos vamos releyendo a nosotros mismos y encontrando la manera más clara y lúcida de expresarlo. Porque ahora sabemos aprovechar un poco más nuestras herramientas, nuestras virtudes. Haciendo alusión al nombre de la banda, sabemos hablar mejor. Lo que sí tiene este disco es que es más cortito y al pie, menos progresivo, menos colgado. Hay algún trance, pero por lo general es más piña a la cara. La psicodelia y lo progresivo chocan con la época más punk de nuestros orígenes y el resultado son canciones con una estructura más concreta, estrofa, pre coro, coro.      

Dejando de lado el hecho que este nuevo álbum fue elaborado en un contexto grupal, con todos los miembros aportando a su creación en el estudio, ¿qué tan deliberada es la presencia de tu adentro en ese “Afuera” que escogieron como título? ¿Y de qué formas se “filtró” tu mundo interior en las nuevas canciones sin que lo notaras, hasta que las escuchaste en el disco ya grabado y finalizado?

¿Personalmente? En este caso escribí el total de las letras por primera vez y creo que en ese sentido es el disco con el que quedé más conforme. En cuanto a que escribí el tipo de letra que quería, que narrara situaciones, que fuera lo suficientemente gráfica, pero por sobre todo que me represente pero además busque identificar y representar a otras personas. De comunicación se trata esto al final de cuentas.  Es todo muy personal, pero con la seguridad que eso se puede proyectar a más de uno/a. En este sentido, de las letras, sí me relaciono con lo que me preguntaste en la anterior pregunta. Apunté a que las letras sean tan íntimas que en un punto me trasciendan y se filtren en las intimidades de los escuchas. Me interesa hacer letras que después, cuando cante en un concierto, se sientan como un manifiesto, como algo que sigue teniendo sentido. Una proclama, algo que se sigue revelando. Mensajes dinámicos. Que el simbolismo y significado no se estanquen. Que su estética perdure de vanguardia en mi coyuntura cerebral/creativa.

¿Qué puede significar eso? ¿Qué pensás que te dice de tu proceso artístico?

Es consecuencia de la prueba, el acierto y el error. Por primera vez en mi trayectoria como músico/letrista/vocalista busqué algo en concreto y tuve en cuenta mis experiencias previas. Y tuve en cuenta lo que pasa en el escenario, a la hora de personificar las canciones. Supongo que quiere decir “experiencia”. Me estoy refiriendo a mí proceso, que los demás lo perciban o no, ya no me corresponde decirlo.

¿Cómo vivieron las presentaciones de “Afuera” en Uruguay y Argentina? Específicamente, ¿qué entidad cobraron las nuevas canciones en vivo? Desde tu lugar en el escenario, ¿de qué modos sentiste que estaban interpelando al público?

La verdad que lo sentí al revés. Cuando presentás un disco completo en vivo a la semana de que salió es difícil que la banda no sienta que tiene algo que demostrar, que todavía debe conquistar. Pero, ahora que lo decís, calculo que es un proceso mutuo, sí. La verdad que vivimos ambos recitales con mucha euforia, ya que era el momento culmine, fruto de un largo proceso. El disco recién estaba naciendo para el público, pero para nosotros tenía ya un trasfondo profundísimo y había mucha vivencia entrelazada con las canciones. Estamos muy agradecidos con la respuesta de nuestra gente, fue todo muy muy cálido.   

Creo que sos consciente que si estuvieran en otro país (y no hay que ir muy lejos, basta con remitirnos a la región) una banda con su convicción y enfoque podría fácilmente vivir de la música. De hecho, en alguna entrevista has definido a HPLE como “una banda extranjera en Uruguay”. Y creo que es una lectura muy apropiada – el reconocimiento que tuvieron en Brasil en su momento, por ejemplo, fue atípico para un artista uruguayo (a Motosierra le pasó algo similar, si no mal recuerdo). Evidentemente, esto no es una situación ideal en términos generales, porque están acá, y viven y tienen sus trabajos en éste país. Ahora, ¿qué ventajas concretas dirías que tiene vivir dentro de la música, y no de la música?

La única ventaja que se me ocurre es que el hecho de no vivir de la música nos desafió a desarrollar otras inquietudes y que hoy somos sujetos polifacéticos. Que tocamos, pero que a su vez sacamos fotos, pintamos, editamos videos, tratamos pacientes, vendemos comida, producimos discos de otros artistas, y un larguísimo etc. Es tanto lo que hemos hecho por fuera de Hablan por la Espalda que me cuesta imaginarme una vida solo focalizada en la música, por mucho que la ame.

Solo por curiosidad (y dándole la vuelta a la reflexión anterior), ¿hay algún artista de otro país que cuando lo escuchás te haga pensar en Uruguay, que te haga decir “ésta es una banda extranjera totalmente uruguaya”?

No se me ocurre, realmente.

¿Cómo sigue la historia ahora? ¿Qué tan literalmente van a tomarse el título del nuevo disco? ¿Qué tanto se enfocan en el exterior, qué tan lejos proyectan ir a presentar “Afuera”?

Tenemos varios proyectos en el exterior, sí, para el año que viene. A corto plazo vamos a presentar el primero de los formatos físicos (CD) el 5 de octubre en Inmigrantes (Paullier y Guaná) y luego el vinilo más sobre fin de año. Ambas ediciones, al igual que la digital, son responsabilidad del sello local Little Butterfly Records. El año próximo esperamos llevar estos formatos a Brasil, Argentina y Chile.  

“Lejos siempre tiene un cerca”, decía Catupecu Machu. ¿Es ese un buen corolario para ésta charla que tuvo mucho de polos opuestos que se implican recíprocamente? ¿Qué quisieras agregar o reflexionar?

Puedo relacionar la charla con esa frase, sí. Lo único que quisiera agregar es que mucho podemos teorizar acerca de la música, pero al final y al cabo es todo 100% sensorial, o te pega bien o te pega mal, o peor, no te pega…

(Fotografía de Fermín Solana por Nato Olivera)

Attaque 77 – Presentación de “Triángulo de Fuerza” en Montevideo Music Box

(Fotografía: Damián Cejas Delgue)

Luciendo una remera de “Arrancacorazones”, Mariano Martínez salió a escena acompañado por el baterista Leonardo De Cecco y el bajista Luciano Scaglione en el entorno de las 21:30 horas, luego de que la banda uruguaya Subliminal dejara un clima emocional perfecto para el público que supo colmar la capacidad de Montevideo Music Box anoche.

Si bien la presentación se realizaba en el marco de la gira promocional de “Triángulo de Fuerza”, lo que realmente motivaba el encuentro era festejar los 32 años de actividad ininterrumpida de la banda. El propio Mariano lo subrayó en una de sus primeras intervenciones, al acotar que éste era un show “para los verdaderos seguidores” del grupo – aquellos que comulgan con Attaque desde sus primeras presentaciones en La Factoría, mítico escenario montevideano de la década de los 90s.

La banda comenzó del modo más contundente posible con “Espadas y Serpientes”, y (como es costumbre) culminó con “Donde Las Águilas Se Atreven”, luego de más de dos horas de música. Pero la euforia del público fue tal que ofrecieron una canción más, para (en palabras de Mariano) terminar “con un buen pogo”: el cover de “No Me Arrepiento de Este Amor”, una de sus versiones más mentadas junto a “Por Qué Te Vas” y “Dame Fuego”, la cuales ésta vez lamentablemente no fueron parte del set. Pero la que sí incluyeron (y significó otro punto álgido) fue “Amigo”, de Roberto Carlos.

El espectáculo se distinguió por la alternancia de temas nuevos y viejos, como subrayando que la banda no tiene un antes y un después, sino que vive la experiencia que inició en 1987 como un continuo, indistintamente de los miembros que se desvincularon con el devenir del tiempo  (que incluyen no solo a Ciro Pertusi sino también a su hermano Federico, quien era el vocalista original del grupo, y músicos como el bajista Adrián Vera).

En total, la banda interpretó más de 25 canciones, incluyendo “América”, “Western”, “Suerte”… también incluyeron su genial cover de “El Jorobadito”, canción de Los Auténticos Decadentes que hacía mucho no escuchaba en vivo, y eché un poco de menos los vientos (el soporte en vivo era brindado por una segunda guitarra, y un teclado). “Beatle” llegó cerca del final, junto a “Hacelo Por Mí” y “Arrancacorazones” – dos hits radiales de épocas distintas, pero que encarnan las dos facetas más instantáneas del grupo, y que señalan los dos momentos de mayor masividad de su carrera.

Las canciones de “Triángulo de Fuerza” funcionaron bien en el escenario, y la secuencia aportó a su efectividad – por ejemplo, “Como Salvajes” estaba inserta entre “Chicos y Perros” y “Antihumano”, mientras que “María” estaba contextualizada entre “Amigo” y un fragmento de minuto y medio de “Setentista”. Y “Lobotomizado” obró como la contracara de “El Cielo Puede Esperar”. En ese sentido, el grupo da cuenta de un muy certero entendimiento de cómo construir y mantener una experiencia estética que en ningún punto aliene a sus seguidores más tradicionales. Y me parece valioso destacar que supieron mantener esa dinámica intacta aún cuando el público cobró un rol integral, como cuando coreó efusivamente las primeras estrofas de “Hay Una Bomba En El Colegio”, llevando a la banda a revisitar su disco debut.

Algo que sin dudas tuvo injerencia sobre la intensidad con que se vivieron hasta los momentos más comedidos fue la fuerte presencia argentina en el público, posibilitada por el fin de semana largo en la vecina orilla. A los efectos, eso dotó al concierto de un carisma que no es inherente a una audiencia esencialmente local – imaginen solamente lo que fueron los cánticos motivados por la dedicatoria de “Chicos y Perros” a “todos los políticos corruptos”…

Mención especial para un tramo en medio del concierto anunciado por Mariano como “un regalo para los verdaderos seguidores”, y que consistió en “Frente Al Espejo”, “El Camino” y “Suerte” – dos canciones del último disco de Ciro con la banda (“Karmaggedon”, 2007) y una del fantástico “Radio Insomnio” de 2000, interpretadas con una emoción sostenida que resultó en la clase de comunión musical que uno asocia con la música punk en su expresión más vital y originaria.  

He tenido la fortuna de ver a Attaque en contextos muy disímiles, incluyendo la gira conmemorativa de “El Cielo Puede Esperar” en ésta misma sala en 2015, brindando un set soñado para cualquiera que tuvo al grupo como la banda sonora de su juventud. Pero el concierto de anoche tuvo una emotividad y (sobre todo) una relevancia muy especial, que no hizo más que subrayar la vigencia del grupo, y renovar el deseo latente en el corazón de todos sus fans de que siempre habrá “un lugar para estar/con vos una vez más”.

“Transitando un nuevo sonido nacional” – Entrevista a Rojo (Lalo Pasek)

Rojo es el proyecto personal de Lalo Pasek – músico, compositor y productor artístico oriundo de Río Negro, quien en 2006 fundó la popular banda de reggae Rwanda. Con Rwanda, Rojo editó un EP y un álbum, y llegó a compartir el escenario con artistas como NTVG y la Abuela Coca

Actualmente, Rojo cuenta con tres discos de estudio publicados, y un cuarto álbum que ya comienza a cobrar forma. Su próxima presentación es éste viernes 21 de junio en la Sala Camacuá, junto a María la del Barrio. Mantuvimos el siguiente intercambio con Rojo, donde además de conversar sobre el concierto del próximo viernes nos anticipó sus actividades y proyectos para lo que resta del año.  

En una semana vas a estar presentándote en vivo con toda tu banda en la Sala Camacuá, en el que creo se puede considerar el momento más prolífico y realizado de tu carrera, desde el inicio formal de Rojo con la edición de “Sobre Mi Cadáver” en 2016 . ¿Qué expectativas genera eso en vos, y qué expectativas considerás que puede generar en el público? ¿Y cómo pensás plantear el concierto del viernes para que todas esas expectativas se vean colmadas?

Es el comienzo de un nuevo camino. Creo que aquí nuevamente se inicia o retoma eso que dejé en el 2015 con Rwanda.  Soy un obsesionado del audio y un fan del stereo, así que diseñé cada compás del show – tengo mis propios bancos de sonidos para que nuestro espectáculo no se parezca a nada que hayas escuchado antes. También cuenta con un diseño de visuales que comprometen a la obra.  Mis secuencias y samplers te van a romper el corazón, por eso considero que estamos transitando un nuevo sonido nacional, un nuevo rock.

De todos los discos editados, ¿hay alguno por el que sientas una afinidad especial? ¿Hay alguno que sentís que se “reivindica” en vivo, o que cobra una fuerza que antes no tenía al sonar en el escenario? ¿Y tuviste esto en cuenta a la hora de elegir los temas que se van a estar presentando en la Sala Camacuá?

Bueno, para este show especial quise transitar por los tres discos, pero sin duda temas del primer disco Sobre mi Cadáver tienen una fuerza notoria justamente en el directo. Temas como “Vivir como unánime” o “Ya está en mi piel” acompañados con estos profesionales proponen otra energía.  Y también los elijo por la composición del espectáculo, para que los climas sean los correctos.

¿Quién integra la banda que te acompaña actualmente?

El grupo humano es lo mejor que tiene el proyecto, sólido y comprometido con lo que nos genera esta música. Para mí es un verdadero orgullo nombrarlos. Los Rojos que acompañan son: Fredy de Rienzo (guitarra), Boti (bajo), Joaquín Apollonia (guitarra), Emiliano Durán (guitarra), Daniel Rogantini (batería), Martin Conde (visuales y luces) y Cesar Lamschtein (sonido).

Y se sumó hace breves Alvarenga en la producción.

La banda invitada en ésta ocasión es María la del Barrio. ¿Qué nos podrías contar sobre ellos? En concreto, ¿qué le van a brindar o imprimir a la apertura del concierto?

María es una banda con la que nos conocemos desde los inicios. Siempre respete su música por que sé de dónde viene, se cómo se manejan y a la hora de brindar generalmente mi copa choca con la de ellos. Armamos una fecha doble – en esta oportunidad ellos nos abren, y en noviembre les abriré  la presentación de su disco. Yo creo que María es la mejor banda de la costa, más allá de mi afinidad con sus integrantes.

Hablando de otros artistas, ¿hay alguno en concreto con el que quisieras trabajar, ya sea en nuestro país, o en Argentina?

Bueno, si el boleto es gratis y en este instante puedo volar mi cabeza y mis capacidades se funden con las de él, Charly García es quizás de las pocas personas con las cuales coincido en la idea de la música, y en cómo interpretarla.  Si bien tuve la oportunidad de trabajar con el ingeniero de sonido Mario Breuer (Patricio rey), al nivel más alto con García haríamos un buen disco. Pero quien puede exprimir mi esencia seguramente sea el artista Thom Yorke.

Y ya que mencionamos a Argentina, es dable pensar que tu propuesta podría ser de excelente recibo en la vecina orilla. ¿Ya has tenido la posibilidad de presentarte con Rojo en Buenos Aires? 

Bueno, te confieso que hay más Rojos en Argentina que en Uruguay. Los motivos son los siguientes: es más grande, y hay más oportunidades. En José C. Paz hemos plantado una semilla muy importante, que ahora empieza a expandirse. Pero también hay Rojos en Buenos Aires, Mendoza, La Plata, Salta, Jujuy… difícil seguir enumerando sin equivocarme u olvidarme. Pero sin duda que sean de dónde sean, iremos a buscarlos.

Y en general, ¿cómo se proyecta este año en materia de presentaciones y nuevas grabaciones? Particularmente, ¿hay algo qué nos puedas adelantar del nuevo disco y video que ya se anuncian en el canal de YouTube de Rojo?

Tengo fechas hasta fin de año, que culmina como siempre en una gira por Argentina. Rojo lo direccioné al teatro, pretendo mimar a mi público, cuidarlo, y que vea un show personalizado. Creo que eso de tocar a las 3am caducó para mí, y no le hace bien a nadie (bueno, sí, al bolichero). Este último disco Angelitos Milagrosos en esta Vida Febril es mi mejor obra hasta ahora en sonido, lírica y composiciones. Me conmueve de muchas formas, si bien todos los discos están comprometidos con mi anárquica forma de vivir, éste disco revolucionará el rock nacional si así se lo permiten. Lo grabé con mi amigo Cesar Lamschtein en el estudio Galáctico de mi otro brother José “Pepe” Canedo, y el arte me lo hizo mi hermano Juan Mazza que también es el encargado del arte de Don Osvaldo.

Te pido por último que invites al público a la Sala Camacuá, no sin antes agradecerte por todo tu tiempo y atención, y desearte el mejor de los éxitos el viernes.

Mis queridos: 21 de Junio, entradas en Tickantel 2×1, Tienda Inglesa o en la boletería. Rojo y María del Barrio en Sala Camacuá, 20:00 horas.

Entrevista – Los Halven (Uruguay)

Con múltiples EPs y videos editados, Los Halven se presentan como una de las bandas uruguayas con una comprensión más interesante de cómo el arte puede no solo traspasar las fronteras estéticas, sino también redefinirlas a voluntad, y hacerlo con una exquisita finura. Tuve el agrado de conversar con su cantante y guitarrista Gon sobre la dinámica de esta banda que propone una comunión permanente entre géneros y climas musicales, resultando en una experiencia característica dentro de la escena musical uruguaya actual.

Los Halven

Su banda propone un diálogo no solo entre géneros musicales (rock y murga) sino también entre formas – el nombre alude al mundo audiovisual, y la propuesta escénica en sí contiene infinidad de guiños al cine y la televisión. Si bien esto es algo endémico de la postmodernidad, ¿qué tan deliberado (o espontáneo) sienten que fue el proceso evolutivo del grupo hasta desembocar en su propuesta actual?

La sustitución del trío de batería de murga por una batería convencional de rock surgió como necesidad de darle vuelta un poco al formato clásico de rock al adoptar una instrumentación que existe solo en Uruguay. Nos interesaba generar un nuevo formato de banda y que con su instrumentación se supiera que somos de Uruguay. Lo que tiene la batería de murga es que se adapta ya que tiene los instrumentos base de una batería convencional y el estilo de música que hacemos es rock alternativo. Alternativo o Indie porque tiene fusiones con ritmos de tendencia y sobretodo con brit pop, dance y post punk. Siempre en español. Aún no tenemos nada de murga en los ritmos de las canciones pero puede ser que en algún futuro podemos tener canciones con marcha camión porque se adapta muy bien para ritmos base de rock.

Con respecto a nuestro vínculo con el mundo audiovisual, la idea era tener algo que tenga que ver con nuestra edad, nuestra identidad y a lo que nos dedicamos. Una vez estábamos en un ensayo zapando y surgió la línea de bajo de The Chain de Fleetwood Mac. En los 80 y 90 existió una distribuidora de VHS que se llamaba Halven S.A. y usaba como cortina musical esa canción. Ahí surgió la idea de usar el nombre y eso termina siendo el disparador de todos lo que surgió después: colores de la señal de ajuste en el vestuario, gráfica, discografía, letras que hablan de películas, etc.

La idea es que siempre la banda tenga varios elementos identificatorios que nos diferencien un poco del resto.

https://www.youtube.com/watch?v=-LuvlsLgzNA

¿Cómo se constituyó la banda? ¿Quiénes la fundaron, y quiénes pasarían a integrarla luego?

La banda se formó a partir de esa inquietud personal y la idea de poder generar esa nueva propuesta de banda de rock, mezclando con la batería de murga. Fui probando y grabando canciones propias con la batería de murga y a la vez estudiando y observando los movimientos de muchas bandas. Hasta que un día me explotó la cabeza y decidí que si o si había que materializar. Hice una reunión con amigos músicos que podían acompañarme (he formado parte de distintos proyectos con algunos) y aceptaron el desafío. Desde un principio cada etapa  que vamos viviendo es aprovechada al máximo, siempre planificando, desde un ensayo hasta todo lo demás. Si algo se estanca, se sigue produciendo por otro lado y así. No hay tiempo para perder y siempre hay que seguir.

Los Halven recogen lo más característico de los dos mundos musicales con los que una persona joven puede tener un contacto más inmediato en Uruguay: el rock, y la murga. Ahora, además de las evidentes consideraciones logísticas que los llevaron a incorporar una batería de murga a la banda en lugar de una batería convencional, ¿cuál fue la principal inquietud estética que buscaron atender con éste planteo?

La estética nos importa y la formación contribuye a que es una imagen de banda original. Nos mueve la idea de ésta formación y nos pone en la responsabilidad de rendir profesionalmente. El trío de batería plantea una nueva estética de formato de banda, y tener un elemento auténtico de nuestro país. Eso es otra necesidad debido a las influencias que tenemos, sea The Beatles, U2. Queríamos tener algo que nos identificara a nuestro país, no solamente el idioma. Personalmente me ha tocado viajar (viaje de arquitectura) y me he planteado mínimamente sentir y vivir un poco esos lugares con respecto a la historia de cada banda. El sentido de pertenencia de un grupo musical a su país tiene que estar siempre, por más que después sean globales. También forma parte de la identidad.  

Al tener un aspecto visual tan prominente, ¿sienten que sus grabaciones de estudio reflejan la verdadera esencia de la banda? ¿De qué modos laboran sus pistas de audio para que plasmen el espíritu real del grupo?

Por ahora estamos produciendo nosotros y al ser ritmos simples y con loops podemos grabar algunas cosas en home studio y editar en programa multipista. Después mandamos mezclar y masterizar a estudio.

¿En algún momento visualizan expandir su formación, y agregar nuevos instrumentos?   

Creo que no. Quizás puede ser alguna colaboración en algo muy puntual, nos sentimos identificados con las bandas que mantuvieron la formación y son identificadas a lo largo del tiempo por eso mismo.

¿Cuál (o cuáles) han sido los puntos de inflexión en la carrera de Los Halven? En concreto, cuál fue el momento en que se dieron cuenta que la banda podía tener una cierta continuidad en el tiempo?

Creo que desde un principio. Estamos seguros de tener una oportunidad única para trascender debido a la propuesta, la energía y a las ganas de hacer música que guste a todos. Lograrlo solo depende de nosotros y de las canciones que compongamos. Tenemos mucha fe para llegar muy lejos.

¿Con qué bandas de la escena local sienten más afinidad?

Con varias. De todas rescatamos cosas.

¿Y de la escena regional?

Y, con aquellas que mezclan bien lo anglosajón con el idioma español. Desde Virus y Soda Stereo hasta Café Tacuba, etc.

De tener la posibilidad, ¿qué artistas extranjeros les gustaría telonear?

Con aquellas bandas que marcaron nuestras influencias: U2, Coldplay, Two Door Cinema Club, Foster The People, The Killers, Franz Ferdinand, Oasis (si se juntaran) o cualquiera de los Gallagher, The Strokes, Blur, etre otras.

Hace una semana editaron un EP, ¿qué repercusiones inmediatas tuvo?

Muy buenas. Lo estamos difundiendo y hay buena recepción. Siempre pensamos que todo material va sumando y que hay que seguir pensando en lo que se viene. Las canciones gustan casi por igual, lo cual nos sorprendió porque pensamos que alguna era la más favorita. Pero a la gente les gustan distintas canciones del EP.

https://www.youtube.com/watch?v=U5kmAc-FlKM

¿Y qué planifican ahora a nivel de estudio? ¿Van a editar discos, o prefieren concentrarse en el formato de composiciones específicas como “Tokio”, el más reciente corte de difusión que tuvo también su respectivo video? ¿Les genera eso algún conflicto? Porque son una banda que opera en un plano muy conceptual, y asumo que deben tener presente que ciertos mensajes solo pueden transmitirse cabalmente en un formato que permita una exposición temática extensa.

La producción musical de los artistas ha cambiado mucho en los últimos años, va de canción en canción y no de disco a disco como hace más de 20 años atrás. Pensamos que un disco es una obra que todo artista debe tener, pero lo primordial son las canciones, y el modo de consumo se ha sintetizado a escuchar canciones y no un disco entero. Ahora cada persona puede hacer su propio disco creando playlists. Ese es el objetivo a corto plazo. A largo plazo nuestra idea es hacer el lanzamiento de 6 discos, uno de cada color, empezando por el álbum amarillo y luego siguiendo el orden de lo que son los colores a la señal de ajuste. Queremos que el camino esté planteado en la discografía como un paquete de discos, como objetos coleccionables. Esto permitiría generar un plus en el disco tangible.  

Por último, ¿cómo se dispone su agenda de toques para este año? ¿Van a realizar una presentación oficial del EP?

Hemos tocado bastante y ahora nos estamos concentrarnos en la producción y  la difusión del EP, tanto para Uruguay como para fuera de fronteras, contactándonos y generando notas de radio y prensa, aquí y para otros países. Ya estamos produciendo el video clip de “Hermosa la noche”. Va estar muy bueno, queremos tratar el tema de la migración, incluyendo a muchas personas de todo el mundo con un sistema de edición muy atractivo visualmente. En un tiempo estaremos disponibles nuevamente para shows y tocar estos temas.