– … pero entonces, al fin y al cabo, lo que ustedes hacen es pop.
– Bueno, sí. Tenés razón. Es pop. Pero a la música pop no hay que trivializarla por su condición de tal. ¿Y sabés por qué? Porque habla de los sueños y los anhelos de las personas. Y si trivializas la música pop, también estás trivializando eso.
Esa es parte de una charla que se dio en los 70s entre un periodista y Ray Charles de los Kinks. En ese entonces, el grupo experimentaba un resurgimiento como rockeros de estadio, y quien hacía la nota buscaba soslayar su credibilidad remitiéndose a los incontables éxitos que Davies compuso en los 60s como “Waterloo Sunset”. Para Charles, la entrevista terminó siendo poco menos que un asedio, y dirimió la situación diciendo nada más y nada menos que la pura verdad.
Y qué mejor que recurrir a los conceptos del hombre que eventualmente sería proclamado “el padre del britpop” para presentar “Faros Ciegos”, el álbum que La Mujer Pájaro editó la semana pasada con la discográfica uruguaya Bizarro Records.
Quizá la valoración que mejor le cuadre a este álbum es la que también se le puede aplicar a “Face Dances” de The Who: un disco de rock producido como si fuera pop. “Faros Ciegos” presenta eso mismo, un sonido que se ha dulcificado con relación a lo que había sido “La Calma de las Cosas Quietas”, el debut de La Mujer Pájaro editado en 2016. Éste fue producido por sus propios integrantes, y publicado de modo independiente muy poco tiempo después de que la banda comenzara a existir como tal en 2015. Continue reading