“El Príncipe” Gustavo Pena integra esa procesión de artistas nacionales cuyo destino se vio signado por una temprana muerte, y un posterior interés en su obra, desmedido en función al que conocieron en vida. Esto lo emparenta tanto con Eduardo Mateo y (en cierto modo) con Eduardo Darnachauns, y el deceso de Renzo Teflón (ex-Los Tontos) hace un mes ratifica lo agriamente certero de las palabras del “Corto” Buscaglia ante el fallecimiento de Mateo: “¡Qué sponsor la muerte!”.
En ésta semana (que marca exactamente 14 años del desaparecimiento físico del Príncipe) me parece importante revisitar su historia, máxime cuando lo que se rememora es un canto sostenido a la esperanza ante algunas de las manifestaciones más dolientes que puede asumir la realidad. Continue reading